Resumen: En relación con la seguridad pública, y atendiendo a la Historia de la seguridad pública española, ha habido en España dos momentos que, con una gran carga de paralelismo social, han alcanzado un alto grado de singularidad tanto por los antecedentes inmediatos, como por la solución ofrecida. Estos momentos distan, entre sí, más de cien años, pero aún así, con más de un siglo de separación en el tiempo, la solución ha venido de la mano de una misma referencia: la capacidad de adaptación al problema y de la búsqueda de remedios del Cuerpo de la Guardia Civil.

La primera mitad del siglo XIX se caracteriza, en España, por un sin fin de acciones violentas, con un grave problema de seguridad, y una permanente búsqueda de un sistema de seguridad pública que le pudiera hacer frente. Así, se suceden, sin mucho éxito, las más dispares instituciones y organismos, con una marcada carga política en su concepción y establecimiento.
Así crecen, e inmediatamente mueren, organizaciones de marcado cariz policial, como la Milicia Nacional; la Superintendencia General de Vigilancia Pública; la Superintendencia General de la Policía; Mossos d’Esquadra, Milicia Urbana; Policías municipales; la Policía General; Cuerpo de Protección y Seguridad; Cuerpo de Vigilancia Pública; etc. Pero no es hasta la creación del Cuerpo de la Guardia Civil, cuando se puede establecer que nace un verdadero sistema Público de Seguridad, al constituir por sí misma una fuerza con vocación nacional y competencia en todo el territorio y con la encomienda la de la protección de las personas y las propiedades, fuera y dentro de las poblaciones…

El paralelismo señalado anteriormente viene dado por la constante y creciente preocupación que, en la primera mitad del siglo XX se mantiene en España por el problema del progresivo deterioro de la seguridad vial en los caminos y vías de comunicación terrestre, tras la también progresiva implantación de un nuevo medio de transporte, el automóvil.
Así, se suceden, de la misma forma que en el siglo anterior, diversos cuerpos e instituciones para garantizar la vela de la seguridad en los caminos y en las carreteras españolas: Cuerpo de Vigilancia Pública; Cuerpo de Seguridad; Cuerpo de Vigilantes de Caminos; Policías Municipales; Cuerpo de Policía Armada y de Tráfico; etc.…
Por fin, tratando de regularizar y de fijar un sistema novedoso de regulación, control y gestión del tráfico, la Ley 47, de 30 de julio de 1959, encomienda al Cuerpo de la Guardia Civil la misión de vigilancia, protección y auxilio en las vías públicas y la seguridad del tráfico en la red viaria.
Con esta encomienda, nace la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.