Resumen: Al-Qaddafi ha cumplido 40 años como máximo dirigente de Libia. Durante parte de ese timepo estuvo marcado por sus manifestaciones y actitudes de apoyo inequívoco a la violencia y a las actividades terroristas más sangrientas, en su particular lucha contra el capitalismo, Occidente y los judíos, circunstancias que provocaron un dilatado período de embargos por parte de la ONU, mientras sus países hermanos árabes le daban la espalda, lo que le llevó a una profunda depresión. Durante ese periodo reflexionó y se convirtió en una persona más socialble desde el punto de vista internacional, obligado por su pueblo. Su política de lucha feroz contra opositores e islamistas radicales en su país (enemigos acérrimos de Al-Qaddafi) le valieron una segunda oportunidad desde la perspectiva internaiconal, al tiempo que abonaba las indeminizaciones por los atentados de los que el Estado libio fue sospechoso. El 11-S fue clave para recuperar su posición internacional, al ser el primer mandatario internacional en condenar los atentados contra los Estados Unidos. Desde entonces se ha ganado la confianza de la Unión Europea y de Estados Unidos, lo que ha motivado su resurrección y su regreso a la esfera política internacional y la apertura de relaciones comerciales con el resto del mundo. En la actualidad, lucha por ganarse una de las primeras plazas en el comercio internacional y en la venta de crudo en el área del Mediterráneo, al ostentar las primeras reservas de crudo del continente africano.

Palabras clave: Al-Qaddafi, Libia, reservas de hidrocarburos, atentados terroristas, terrorismo, campos de entrenamiento, radicalismo islámico, embargo internacional.