Resumen: La lucha contra el crimen organizado y antiterrorista ha entrado dentro de un nuevo contexto de globalización, donde las fronteras físicas de los países no son ya obstáculo para las organizaciones criminales, donde, tras los flujos migratorios se arrastran prácticas delictivas utilizadas en estos países y donde las nuevas tecnologías son utilizadas para delinquir u organizar actuaciones terroristas a nivel internacional.
Ante este escenario, realmente poco tranquilizador la ciudadanía torna su atención hacia sus representantes y Cuerpos Policiales aspirando y esperando recibir no sólo un mensaje tranquilizador sino exigiendo una actuación eficaz.
La situación actual, tanto a nivel nacional como en los países de nuestro entorno no es sencilla, los Cuerpos Policiales se enfrentan a serios desafíos para los cuales en la mayor parte de las ocasiones, no se dispone de los sistemas de información y herramientas tecnológicas adecuadas, además del suficiente personal especializado y formado para su explotación.
Debe ser pues, un objetivo irrenunciable aprovechar las capacidades que aportan los nuevos sistemas de información para modernizar la gestión policial, optimizando la gestión interna y la eficacia operativa para lograr así un mejor servicio a los ciudadanos.
Un elemento clave es la definición de un nuevo modelo operativo policial apoyado en las nuevas tecnologías que facilite no sólo la colaboración entre los distintos Cuerpos Policiales sino también que ayude a reforzar la coordinación entre las propias unidades operativas dentro de cada institución.