Este trabajo trata de analizar las dos grandes fuentes de producción jurídica de la Unión Europea en materia de inmigración, en cuanto supongan un marco adecuado en el ámbito de las relaciones exteriores.
Para ello, el autor se centra en dos efectos fundamentales, los efectos ad intra y los efectos ad extra, es decir, las consecuencias que esa política jurídica genera respecto a los derechos y obligaciones adquiridos por la propia Unión Europea y sus Estados
Miembros.
Los efectos ad intra suponen, sobre todo, una serie de tratados internacionales, generalmente de carácter mixto, donde son partes la propia Unión Europea y sus Estados
Miembros, y que suponen otorgar privilegios particulares a ciudadanos de ciertos países, como por ejemplo los de los Estados de la Asociación de Libre Cambio o de Suiza. Igualmente una serie de regulaciones, de mucha menor incidencia, en el marco de Acuerdos de Asociación o de Cooperación con países terceros, que inciden en la materia migratoria, aunque de forma mucho menor que los anteriores.
A efectos ad extra, se analizan el reconocimiento mutuo de las decisiones de expulsión de nacionales de terceros Estados, la readmisión de inmigrantes ilegales procedentes de Estados comunitarios, los Acuerdos migratorios bilaterales de los Estados Miembros y sus efectos en la Unión Europea y, por último, las consecuencias de la puesta en funcionamiento de la Agencia Europea de Fronteras.