Resumen: Por Real Orden Circular de 8 de febrero de 1913, dimanante del Ministerio de la Guerra, previo informe favorable del provicario general castrense, el rey Alfonso XIII declaró Patrona de la Guardia Civil a la Virgen del Pilar. Aquí es donde comienza la historia oficial del Patronazgo, del cual se viene conmemorando su primer siglo. Sin embargo, la historia real de la Virgen del Pilar en el benemérito Instituto, incardinada en la tradicion mariana española, es mas que centenaria, tal y como se relata a lo largo del presente trabajo. Se ha rehuido de realizar un trabajo de corte académico para poder sumergir al lector, con la mayor naturalidad, en las vicisitudes históricas de lo que comenzó siendo la iniciativa personal de un devoto de la Virgen del Pilar y ha terminado convirtiéndose, nunca mejor dicho, en uno de los pilares fundamentales de la tradición y la historia del cuerpo de la Guardia Civil. Cuando el 13 de mayo de 1844 Isabel II firmó el real decreto fundacional, convirtiéndolo así en el cuerpo de Seguridad Pública mas antiguo de Españaa que ha conservado de forma inalterable e ininterrumpida su identidad y su naturaleza, nacio -como todas las demás armas y cuerpos del Ejército español sin patronazgo alguno. Veinte años después, un sacerdote de origen aragonés, que fue contratado para atender la instruccion primaria y cristiana de la Compañia de Guardias Jóvenes ubicada en Valdemoro, devoto de la Virgen del Pilar, colocó su imagen en la capilla. Aquel sencillo acto fue el primer hito de un largo viaje. Bendecida el 19 de septiembre de 1864, comenzó bajo su advocación, un camino de fe y encomienda bajo su protección que durante las cinco décadas siguientes se propagó por todas las comandancias del territorio nacional y sus posesiones de Ultramar y África, hasta conseguirse, con la inestimable intersección del obispo de Jaca, hijo del Cuerpo, la declaración de su patronazgo oficial.
A lo largo del artículo, se va recorriendo de forma amena su historia, con sus vicisitudes marianas y corporativas, que no se detienen con la entrada en vigor de la real orden, sino que continúan durante un siglo mas, forjando una tradición histórica que con el paso del tiempo ha excedido de su ámbito estrictamente religioso para convertirse en parte consustancial del benemérito Instituto. Así, se narran, entre otras, las primeras celebraciones de la Patrona y las ofrendas, su prohibición durante la Segunda República, su restauración durante la Guerra Civil, el conflicto de patronazgos con la Virgen de Covadonga al ser absorbido el Cuerpo de Carabineros, la concesión de las mas altas condecoraciones del Cuerpo y las actividades que tanto por la Dirección General del Cuerpo como por el Arzobispado Castrense se vienen realizando para conmemorar su primer centenario.